León rugiendo. Cabeza de Adán
poseedor de los tiempos
una luz de mercurio
artificial. Son las cifras
eternidad ausente
Eva es una muchacha como todas
o tal vez como ninguna.
Nadie sabe el secreto de las horas
salvo ellos.
Sostienen en su espalda
la fragilidad del espacio
y piensan con los codos apoyados en las piernas
la cabeza entre las manos.
Ellos existen
con el surco de los grises matices
nos dan la clave. O tal vez más...
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